Cuando Steven Spielberg dirigió Parque Jurásico lo hizo -no nos engañemos- con cierta intención de franquicia. Si tiene éxito, ¿por qué no hace una secuela? Lo que probablemente no esperaba es que treinta años después, tras seis películas, tres novelas, dos series de dibujos animados, decenas de cómics y videojuegos y hasta una obra de teatro después, la saga todavía seguiría en pie más viva que nunca. Y pensar que una sola decisión podría haber acabado con todo...
Di no a los dinos
¿Habéis leído la novela original de Michael Crichton? Si vuestra respuesta es "sí" sabréis perfectamente por qué digo que la saga podría haberse quedado solo en una película. Y es que en aquel final, después de que los supervivientes sean evacuados, la Fuerza Aérea de Costa Rica bombardea la isla para volver a extinguir a los dinosaurios. Ni tiranosaurios, ni leches. Sin embargo, Spielberg decidió dejar la puerta abierta porque nunca se sabe lo que puede pasar.
Conste que Crichton también olió el potencial de la secuela y al final del todo nos deja caer que se ha visto a varios dinosaurios rondando en la jungla de Costa Rica. ¿El motivo de que Spielberg no metiera este triunfo final de la humanidad? Bueno, el director sabía perfectamente que el público estaría apoyando que los personajes sobrevivieran, pero no necesariamente si eso conlleva que los dinosaurios tienen que morir.
Por cierto, si echas de menos ya a los dinosaurios, respira con tranquilidad, porque el año que viene tendremos nueva entrega en una secuela que, se supone, iniciará una nueva saga sin preocuparse demasiado por el legado. Jurassic World Rebirth contará con Scarlett Johansson y Mahershala Ali como protagonistas, pero a estas alturas Spielberg vuelve tan solo como productor ejecutivo después de disfrutar el Godzilla de Gareth Edwards y ponerle en bandeja el papel de director.